En Clave de Danzas y Ritmos

       
       
       

La fusión musical mueve al público enamorado del baile

Era sábado, 18 de febrero de 2006 y la madrileña plaza de Ópera se llenaba de gente. El nombre de este sitio y su cercanía con el Teatro Real evocan música al visitante. Pero ésta se puede vivir de muchas maneras; y combinarse para que el público disfrute, del tango, la danza contemporánea y los sonidos orientales; como ocurrió aquella noche en la exhibición de danza y canto que ofrecía la asociación cultural Clave 53. Pero no son los únicos, muchas personas se apuntan a clases de baile, acuden como espectadores o trabajan en salas alternativas donde el ritmo es el protagonista.

Muy pocos sospecharían que tras cruzar un portal antiguo de la calle Campomanes se puede asistir a un espectáculo de tanto talento. Carmen de la Rosa y Giusseppe Domínguez han organizado una muestra de danzas y canto. Ésta empezaba a las nueve de la noche pero han decidieron esperar un poco más. Tres meses más tarde se habrán dado cuenta de que hicieron bien, la sala finalmente se llenó de personas que disfrutaron con la música. La mayoría de los espectadores parecía entender de melodías y bailes aunque este acto no requería de ninguna formación previa. Asimismo, de los artistas que deleitaron al auditorio sólo se dedican profesionalmente a esta actividad tres: la musicoterapeuta y cantante desde 1979 Silvana Gregori; y los bailarines de danza contemporánea Dácil González y Gustavo Martín. Otros, como Yazmin y Raúl Jiménez son profesores en este centro cultural de danza oriental y danza contact- improvisación respectivamente.

El primer sonido de la noche fue el de la Tabla India, desconocido para muchos de los asistentes pero que el músico francés Antón Feral trató de explicar. Éste se sentó en el suelo sobre una manta y se dispuso a tocar un instrumento de percusión al que se une un aparato eléctrico que marca 16 tiempos; aunque es el cantante el que va marcando el ritmo, al tocar más rápido o más lento. A la vez que toca esa especie de tambor va cantando las distintas notas. De esta forma, interpretó el tema "Vilanbit Teental". A propósito de este tipo de música hay que advertir, como indica la bailarina profesional Mara Paz, que en la música occidental se suelen superponer varios sonidos simultáneamente mientras que la oriental se decanta por la monodia (melodía de una sola voz) y la subdivisón del intervalo. (El intervalo es la diferencia de altura entre dos tonos musicales, oídos sucesiva o simultáneamente). El público pasó de la sorpresa que supuso escuchar cantar a Feral en sílabas indescifrables a seguir atentamente el sonido del tambor.

Tras esto, siguió la danza de contact-improvisación "Bajo la luz de lo sencillo" de Raúl Jiménez y su compañero de danza KoKe. Consiste en expresión corporal a través de distintos movimientos, al compás de la música. Los artistas se adaptan al ritmo que suena en cada momento para bailar. De esta manera, cualquier movimiento es válido; y los objetos, como una lámpara en este caso, permiten que los profesionales se expresen. El baile comienza al entrar en contacto dos o más personas que interactúan espontáneamente en un espacio determinado. La escena se convierte así en un diálogo rítmico, en el que intervienen el peso, el apoyo y el equilibrio.

La música oriental estuvo muy presente a lo largo del evento. La bailarina Yazmin acompañada por el músico Tariq se movía al compás del instrumento de percusión marroquí Darbouka. A continuación, le tocó al turno a la voz. Fue Silvana Gregori, quien cantaba y a la vez tocaba la guitarra. Además, la argentina animó al público a cantar con ella en una de las canciones, pues como decía con su alegre acento si el baile le había dado ganas de bailar; escuchar una canción suscitaría el deseo de cantar en el auditorio. La intérprete y docente cantó en primer lugar un vals, “Flor de Lino”, de su último disco Tango en esencia y después el tango “Atenti Pebeta”. Este tipo de música siguió presente gracias al tango y la posterior milonga que bailaron Silvia Gómez y David Frydman; dos bailarines aficionados pero no por ello menos profesionales. Mara Paz ha ganado varios campeonatos de bailes latinos y ha participado como público y bailarina en actos parecidos a éste. Esta instructora de baile afirma que el tango es más lento que la milonga. El tango surge en Buenos Aires, a finales del XIX en los suburbios donde se hacinan inmigrantes, campesinos y soldados. El tango, propiamente dicho, más europeo, se acompaña con la guitarra; tiene elementos propios de los rituales de los esclavos argentinos y uruguayos; de la milonga y de la habanera entre otras influencias. La milonga es también un baile popular argentino de compás binario, que si se mezcla con el tango da lugar al tango-milonga.

Después de las músicas del arrabal volvió Feral a tocar la Tabla India; esta vez ya no resultaba tan extraño, además el músico contó al principio de su actuación que con todos los sonidos vocales y el ritmo del tambor se podía componer una historia. Así, alguno de los asistentes trató de imaginar que podría transmitir Feral a cada golpe de tambor. Por último, Dácil González y Gustavo Martín bailaron danza contemporánea. Representaron un extracto de la obra con la que su compañía 10y10 danza ha ido recorriendo la capital: Hebras de mujer, que reivindica la figura femenina y muestra su evolución desde los años 30 a la época actual. El espectador interesado ya la ha podido disfrutar en el Centro de Nuevos Creadores de Madrid en febrero y a partir de junio podrá volver a deleitarse con ella en el espacio Real Coliseo Carlos III de El Escorial.

No se puede negar que muestras de danza y canto como éstas permiten que el público conozca ritmos de otras culturas. En este sentido la ganadora por dos años consecutivos del campeonato de baile Open de Madrid, Mara Paz; opina que A raíz de venir tanta gente de Latinoamérica se han dado a conocer bailes como la bachata o el regaeton. En los centros culturales hay lista de espera en bailes de salón, porque son muy económicos y la gente aprende mucho. De hecho, ella actuará en el 4º Simposium Internacional de Salsa en Madrid, el próximo 12 de mayo. Es cierto que hay interés por el baile, pues este evento se caracterizó por una gran concurrencia de público; aunque no se hubiera anunciado en los medios de comunicación sino fundamentalmente a través de la página web del centro y correos electrónicos; y haya que tener en cuenta que era gratuito. Por otro lado, la organización de los mismos no siempre es excesivamente costosa. Varía según los casos, pero en la muestra que ofreció Clave 53, el director Giusseppe Domínguez contactó entre otros con profesores y alumnos. En conclusión, las exhibiciones de este estilo tienen éxito entre la gente interesada. Hay otras salas acondicionadas para el baile que merecen ser tenidas en cuenta, porque aunque no tengan una gran difusión en la sociedad; atraen a las personas que consideran la música un placer y a los que la han convertido en su modo de vida.

Crónica de María José Sánchez