El primer poemario de Paula Izu con ilustraciones de Clara Rubio contiene la poesía depurada de la autora en sus páginas de textura cálida y formato adecuado para que los poemas inunden la mirada de un único disparo.
Editado en un formato vertical (12×21), sobre papel offset ahuesado de alto gramaje y con una cubierta diseñada por Clara Rubio con el rosal como motivo.
Paula Izu nació en Estella, Navarra, en 1992. No permaneció allí. Cuando tenía 9 años se mudó con su familia a Pamplona, ciudad en la que estudió ADE y Derecho en la UPNA y de la que se fue por primera vez a Bruselas con el programa Erasmus. Años más tarde, se marchó durante unos mese para hacer las prácticas del máster de abogacía en Madrid y, definitivamente, cuando, tras opositar, obtuvo plaza como letrada de propiedad industrial en Madrid. En 2013 ganó el segundo premio de poesía en los Premios a la Creatividad organizados por la Universidad Pública de Navarra. Sus poemas han aparecido en las antologías Refugio, 2019, Verso Blanco, 2019, Amapolas desde el balcón, 2020 y la Cigarra azul, 2021, todas ellas editadas por Asociación Cultural Clave 53.
Como tantas otras de mi generación, vi partir a Europa a buenas amigas, hice amigos de los que también tuve que despedirme porque volvían a sus lugares de origen y yo misma me fui del mío. Me reúno con la mayor parte de mis personas queridas en llamadas telefónicas, escritos breves e imágenes que intentan sintetizar toda una vida a través de redes sociales, en lo que me gusta imaginar como plazas digitales. Durante años imaginé una gran plaza en la que reúno a todas las personas dispersas por fin. Siempre toma la forma de la Plaza de los Fueros de Estella y en el quiosco de hierro hay una banda que toca música y toda mi familia, mis amigos, mi pareja, sin importar en qué parte del mundo estén, están reunidos celebrando juntos la vida en una velada perpetua, fuera del tiempo y del espacio.
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