Nos lanzamos a la edición de un nuevo libro y topamos con la dificultad de encarar la separación de poemas cuando no se utiliza (voluntariamente y con todo derecho) puntuación, así que hemos recurrido a esta pequeña plumilla que indica que el poema comienza.
No obstante, puede acabar generando, tras ver muchas, un cansancio de plumas… una especie de sensación de romanticismo ñoño que en realidad no corresponde en absoluto con el tono del libro, así que lo hemos eliminado en favor de una virgulilla que es suficiente y más que suficiente.